julio 23, 2011

El día esta un poco extraño con la noticia del tiroteo en Noruega y la muerte de Amy Winehouse.

Por un lado el tiroteo, no sé, me asusta, me sorprende, me deja sin palabras, me enseña la fragilidad de la vida y de sus momentos, me entristece y me llena de preguntas. ¿Qué hacer estando tan lejos para apoyar a los que lo vivieron? ¿Cómo salir a la calle mañana, al rato, con todo esto dentro de nuestras cabezas e inconscientes? Me sorprende como algunas personas se asumen como dueñas de la vida de los demás, como algunas personas no soportan que se piense diferente a ellos o se tengan otros ideales y valores y entonces busquen acabar con aquellos que piensan de manera diferente. ¿No se suponía que en un mundo globalizado todas las opiniones se respetarían?

Por otro lado, Amy Winehouse, qué secreto habrá sido tan grande y tan fuerte como para que ella tuviera que acallarlo con drogas y excesos. Durante todo este año he aprendido que la verdad no es esa cosa terrible y monstruosa que nosotros sospechamos que es. Es, cuando lo descubres y lo aceptas, una cosa pequeña, miniatura, insignificante que nos deja respirar tranquilos. El pasado es una cosa que vive dentro de nosotros, en un tiempo remoto y en algún lugar lejano desde el cual ya no puede hacernos daño, a menos que nosotros lo permitamos, pero es algo que ya paso. Perdonar a alguien es, básicamente, perdonarnos a nosotros mismos. He ahi la importancia del perdón. Perdonar no significa olvidar, significa recordar sin dolor.

En Berlín fui a una exposición que se llama 'Topografía del terror' que habla sobre el ascenso y caída de Hitler en Alemania. Dentro de las muchas fotos, documentos, testimonios y demás que se exhiben, hubo una foto que me cambio la vida: era una pareja (un hombre y una mujer) recostados en la arena, abrazados, riéndose, enamorados, alrededor de ellos había muchas banderitas con la suástica hitleriana. Todos sabemos la historia del holocausto, lo terrible que fue, lo doloroso que ha sido para Alemania, para todos los involucrados, lo eterno que será su recuerdo, pero a pesar de todo ahi estaba el amor: gente enamorándose, casándose, decidiendo compartir su vida con alguien, niños cumpliendo años, parejas teniendo hijos y un larguísimo etcétera.

Al final, a pesar de todo, contra todo, lo que sé con certeza es que el amor lo puede todo y eso me parece maravilloso y tremendamente alentador.

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