Cuando era niña mi libro favorito era Gustavo y los miedos, me acuerdo que nos dejaron leerlo en la escuela, creo que iba en primero de primaria. Es de los poquísimos libros que guardo de mi infancia, además de otro que trata sobre la infancia de Diego Rivera.
Lo he releído y me ha parecido fascinante, es de un sencillez tan perfecta que se vuelve profundo.
Este lunes en terapia descubrí algo que ya sabía pero que me habia negado a ver, sigo sin poder digerirlo en su totalidad, no sé si algún día pueda o quiera. Han sido días muy complicados y dificiles, aún así me siento tranquila de afrontarlo.... esta vez los medios me valen madres, lo que me importa es el fin.
Y Gustavo,
en vez de no escuchar
y desprenderse del miedo
con un resoplido de indiferencia,
le prestó atención.
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