septiembre 19, 2010

Citando

"No intentes enterrar el dolor: se extenderá a través de la tierra, bajo tus pies; se filtrará en el agua q hayas de beber y te envenenará la sangre. Las heridas se cierran, pero siempre quedan cicatrices más o menos visibles q volverán a molestar cuando cambie el tiempo, recordándote en la piel su existencia, y con ella el golpe q las originó. Y el recuerdo del golpe afectará a decisiones futuras, creará miedos inútiles y tristezas arrastradas, y tú crecerás como una criatura apagada y cobarde. [...] A tu alrededor se alzarán las mismas ruinas de tu vida, porque allá donde vayas llevarás a la ciudad contigo. No hay tierra nueva ni mar nuevo, la vida q has malogrado malograda queda en cualquier parte del mundo. [...] todo lo q se escribe acaba por ser una nota a pie de página de algo escrito antes. Existe un solo tema, la vida, y la vida es siempre la misma: una misma radiación impregna al universo entero y no está asociada a ningún objeto en particular. Todos nuestros actos, todos nuestros amores, son repeticiones de otros ya acaecidos y por eso siempre encontraremos en un libro la respuesta a alguna de nuestras preguntas."



Beatriz y los cuerpos celestes, Lucía Etxebarria.

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