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Los impuestos espantan a Tracey Emin

El Ministerio de Hacienda inglés grabará desde abril con un 50% los ingresos superiores a 165.000 euros

EFE - Londres - 05/10/2009


La conocida artista británica Tracey Emin ha declarado que está pensando en abandonar el Reino Unido y establecer su residencia en Francia porque no está dispuesta a pagar un 50% de impuestos por sus ingresos.

La prensa británica ha recogido las declaraciones de la artista de 46 años, que ya tiene una propiedad al otro lado del canal de La Mancha, en las que se queja del alto nivel impositivo así como de la actitud del gobierno laborista hacia la creación artística. El Ministerio de Hacienda gravará, a partir del próximo abril, con un 50% los ingresos superiores a las 150.000 libras (alrededor de 165.000 euros).

"Los impuestos son aquí demasiado altos, no hay suficientes incentivos para trabajar duro. Estoy desilusionada con nuestros políticos. Pagamos muchísimo por cualquier cosa", se ha quejado Emin, conocida por sus instalaciones como su cama deshecha y sucia o su tienda de campaña con los nombres de sus amantes.

Un amigo de la polémica artista ha dicho que Emin no es una persona especialmente política, pero está cada vez más exasperada con el gobierno, por lo que piensa seriamente en irse a vivir al departamento de Var, en la Provence (sur de Francia), donde le están construyendo un estudio.

"Este Gobierno laborista no tiene sensibilidad hacia las artes. Al menos en Francia, los políticos siempre han comprendido la importancia de la cultura y han ayudado tradicionalmente a los artistas con subsidios y algunas desgravaciones fiscales", ha comentado la artista al Sunday Times.

Emin no es la única que ha hablado de dejar el país, por ejemplo, el actor de cine Michael Caine también ha dado a entender que quizás se vaya a vivir a Estados Unidos por el mismo motivo. El periódico The Guardian ha recordado el caso del futbolista Jermaine Pennant, quien este año dejó el Liverpool por el Real Zaragoza, y ha recordado que en España el deportista paga sólo un 24% de impuestos, menos de la mitad que en Gran Bretaña.